
El motivo de los puentes y los arcos siempre me ha gustado. La vista del Coliseo de Roma a través de los arcos de la Basílica de Constantino de Corot ha sido fuente inagotable de entusiasmo para mi y estímulo permanente para seguir pintando. Ésta pintura fué realizada del natural en tres sesiones durante el Otoño y por las tardes. Recuerdo que en la última sesión en la que apuré al máximo para dar los últimos toques , estaba ya anocheciendo y surgieron inesperadamente una manada de murciélagos que debían habitar en algún rincón oculto del puente que me obligaron a recojer el caballete y las pinturas a toda prisa. El cuadro fué pintado en Queralbs .
No hay comentarios:
Publicar un comentario